Olvido el hombre su destino y por no concebir el camino hacía una vida espiritual, ha dejado hasta de soñar en una noble realidad superior . Se ha volcado pues el hombre a la calle, al mundo, y ha olvidado el aroma de la calma y la paz, ha abandonado el silencio, la reflexion y ha blasfemado la belleza interior, inclusive se ha revestido de ciencia y se ha enfrentado al mismo Dios, y por creerse soberano y entendido en miserias ha abandonado los nobles recuerdos y la pureza del corazón , la virtud ha sido vejado y la verdad se ha hecho una tontería. Y el hombre hace algarabía de su loca pasión , el mismo se ha edificado como un dios y no sabe que toda su ciencia es como barro. Pobre la belleza interior que siendo rica y sublime, ya ni se descubre ni en su corazón sino con una extrema dificultad.
Pero el tiempo llegará y esa misteriosa profecía se cumplirá y el mundo del hombre se desmoronará , y todo lo alto será bajo, y lo grande, pequeño. Y nuestro orgullo al piso caerá, y la belleza verdadera que es la justicia y la paz renacerá como de la muerte, como huellas luminosas bendecidas, a unos pocos hombres de buena voluntad.
En el fin de los tiempos, todo habrá pasado, mas la belleza interior jamás pasará, y eterna y soberana como la luz del mediodía por siempre alumbrará.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Armonía y Paz
Espejos de el alma